¿Cansado de escalar con miedo? Aprende las herramientas psicológicas adecuadas para vencerlo de una vez por todas
El miedo es uno de los tantos factores que intervienen en el éxito de una vía de escalada deportiva. Aunque elementos físicos como la fuerza en los dedos, la movilidad de la cadera, la técnica y la destreza con el equipo son cruciales, el miedo ocupa un lugar único y, a menudo, subestimado. No se puede palpar ni medir como la fuerza muscular, pero su impacto puede ser igualmente decisivo, convirtiéndose en un obstáculo.
En este blog, queremos sumergirnos en el miedo en la escalada deportiva, entender por qué existe y, sobre todo, explorar cómo trabajarlo para convertirlo en confianza y crecimiento personal. Si eres escalador, te invitamos a acompañarnos en este proceso de aprendizaje.
¿Por qué trabajar el miedo en la escalada?
El miedo a caer es una reacción completamente normal. El cuerpo humano no fue diseñado para estar a grandes alturas, y la respuesta natural es la preocupación, incluso el pánico. Sin embargo, para progresar como escaladores, necesitamos entrenar nuestra mente y construir confianza, no solo en nuestras habilidades físicas, sino en el equipo y en quienes nos aseguran. Esta es una dimensión esencial que muchas escuelas tradicionales de escalada han pasado por alto, enfocándose solo en el desarrollo físico.
Trabajar el miedo no es un proceso rápido, pero sí es alcanzable mediante un enfoque sistemático. Así que: ¿cómo lo hacemos?
La importancia de la técnica en la caída
Antes de abordar el miedo a caer, es importante detenernos brevemente a hablar de cómo recibir la caída de forma segura.
Al soltarte, empuja tu cuerpo ligeramente hacia atrás. Recibe la pared de frente, nunca de lado, con las piernas y manos abiertas, no las pegues al cuerpo ni cojas la cuerda. Esto minimizará el impacto y reducirá el riesgo de golpes o raspones.
Paso 1: Confianza en tu asegurador
El primer paso para superar el miedo es trabajar con un asegurador de confianza. Idealmente, debería ser alguien con un peso similar al tuyo, con quien ya hayas escalado en otras ocasiones y con quien te sientas seguro. La meta es crear un ambiente donde la confianza sea mutua, permitiendo que ambos estén cómodos en el proceso.
Antes de comenzar, es fundamental pactar que la sesión se centrará en trabajar el miedo a caer. Esto significa dejar de lado la búsqueda de grados altos o rutas complicadas. Se trata de un entrenamiento psicológico que puede hacerse tanto en escalada indoor como outdoor. La clave es la repetición y la creación de hábitos positivos.
Paso 2: Aproximación progresiva con confirmación previa
El miedo se enfrenta de manera gradual. Comienza en una vía sencilla, donde te sientas seguro. Sube hasta la cuarta o quinta chapa, sitúate por debajo de la misma, comunica a tu asegurador que vas a saltar y simplemente salta.
Comienza, colocándote por debajo de la chapa de forma que la caída sea mínima. Vuelve a la pared y repite el proceso pero desde posiciones más elevadas: con la chapa a la altura del pecho, a la altura del arnés, a la altura de la rodilla, a media tibia, en tus pies, etc.
La idea es acostumbrarse a caer con caídas progresivamente más grandes y comunicando previamente con el asegurador que vamos a saltar. Esto genera confianza, y con el tiempo, tu cuerpo entenderá que el equipo te sostiene.
Paso 3: Caídas con confirmación incicial
Una vez que has superado el miedo a saltar avisando al asegurador, el siguiente paso es pactar con tu asegurador que realizarás un salto en algún momento de la vía. A continuación sube, y en el momento que tú decidas, salta. Con cada salto, estarás entrenando no solo tu confianza, sino también la atención de tu asegurador, quien aprenderá a estar siempre alerta.
La meta final es generar confianza en que tu asegurador estará atento y preparado. Por su parte, esta etapa mantiene a tu asegurador concentrado en la vía a sabiendas de que vas a caer. Muchos accidentes ocurren porque, al no caer nunca el escalador, el asegurador no está preparado. Este proceso no solo mejora tu seguridad, sino que refuerza el vínculo y la responsabilidad compartida.
Paso 4: Caídas regulares sin confirmación
Una vez estés cómodo con el paso anterior, es el momento de realizar caídas sin avisar a tu asegurador. Es decir, empezar a escalar y en el momento lo consideres oportuno saltar. Este es el paso final, donde aprenderás a confiar sin necesidad de avisar previamente.
Paso 5: Mantener la confianza
Para mantener el trabajo realizado, es esencial incluir la práctica de caídas en tus sesiones de calentamiento. Al comenzar la sesión, en alguna vía fácil que estés usando de calentamiento, acostúmbrate a hacer un par de saltos antes de avanzar a vías más difíciles. Esta rutina asegura que tu confianza no se deteriore con el tiempo.
Aplicando la técnica a proyectos difíciles
Si cuando estés afrontando una via de tu grado máximo, te encuentras con un paso en el que te da miedo caer, aplica el mismo proceso. Haz caídas voluntarias, cada vez más cerca del punto conflictivo. Empieza por ejemplo a caer desde la última posición segura. A continuación, haz un par de movimientos, y vuelve a saltar. Cuando intentes por primera vez el paso, suéltate voluntariamente a mitad.
Finalmente, cuando hayas aprendido que es seguro caer en cualquier momento del paso te podrás concentrar en escalar bien y no en la posibilidad de caerte.
Conclusión: El miedo es entrenable
Superar el miedo en la escalada deportiva no sucede de la noche a la mañana, pero es completamente posible mediante práctica, paciencia y un enfoque sistemático. Se trata de construir confianza en el equipo, en el asegurador y, sobre todo, en uno mismo. Una vez que el miedo se convierte en un aliado, la escalada deja de ser un desafío mental constante para convertirse en una fuente de disfrute y autoconocimiento.