¿Por qué engordamos? Teoría hormonal VS teoría calórica

¿Por qué engordamos? Teoría hormonal VS teoría calórica

¿Qué es la obesidad?

La obesidad se define por medio del índice de masa corporal (IMC), que es el resultado de dividir el peso del individuo en kilos, entre el cuadrado de su altura en metros. Cuando el índice es superior a 30 se considera obesidad. Hoy en día se estima que alrededor del 17% de la población adulta española sufre obesidad, y el 53% está por encima de su peso. La obesidad infantil se ha multiplicado por 10 en los últimos 40 años, y todo indica que si no hacemos algo al respecto, las cifras seguirán subiendo.

Parece ser que a la par del aumento de la obesidad ha habido un aumento de los casos de diabetes, hipertensión y dislipidemia, entre los cuales se observa cierta correlación . Las autoridades cada vez dedican más recursos económicos a la solución del problema, por medio de campañas de prevención y de tratamiento de la enfermedad en el servicio sanitario, que hoy en día ya representa el 7% de su presupuesto anual, pero el problema persiste y avanza.

Para responder a la pregunta de por qué engordamos, debemos enfrentar el hecho de que carecemos de un marco teórico que nos permita entender la obesidad, y es que las teorías actuales son tremendamente simplistas, siendo a menudo monofactoriales:

  • Engordamos por falta de ejercicio
  • Engordamos por exceso de grasas alimentarias
  • Engordamos por un exceso de calorías

En el resto del artículo vamos a argumentar por qué debemos desechar la teoría del balance calórico, que nos está llevando a la situación crítica en la que nos encontramos. Finalmente hablaremos de un nuevo modelo para entender la obesidad, y de como aplicarlo para evitar el sobrepeso.

Teoría del balance calórico

No le dedicamos tiempo a entender por qué engordamos, ya que creemos tener todas las respuestas. Según este enfoque, engordamos cuando entran más calorías en el organismo de las que salen, y la verdad es que parece tan evidente que no cuestionamos si corresponde con la realidad.

Como bien explica el Dr. Jason Fung en su libro “El código de la obesidad”, estamos confundiendo la causa inmediata del aumento de peso con la causa última; la causa inmediata es el responsable final, mientras que la causa última es la que inició la cadena de acontecimientos, pongo un ejemplo:

¿Por qué se está hundiendo un barco?

CAUSA INMEDIATA: La gravedad es más fuerte que la flotabilidad.

POSIBLE SOLUCIÓN: Reducir la gravedad aligerando el peso del barco.

CAUSA ÚLTIMA: El barco tiene un gran agujero en el casco.

SOLUCIÓN: Tapar el agujero.

Como se puede observar en el ejemplo la solución a la causa inmediata no es nada eficiente; el tratamiento de la causa última conduce a un mayor éxito.

Esto mismo puede aplicarse a la obesidad:

CAUSA INMEDIATA: Se están consumiendo más calorías de las que se gastan.

POSIBLE SOLUCIÓN: Consumir menos calorías y/o gastar más.

Si interpretamos la causa inmediata como el origen del problema entonces comer menos o hacer más ejercicio será la solución evidente, por lo que nos encontramos ante un problema carácter; gula y pereza; dando lugar a una sociedad de obesos inmersos en la culpa, mientras el resto nos compadecemos o los señalamos. Los gobiernos y los profesionales de la salud están de acuerdo en esto, “come menos y muévete más” pero ¿y si nos estamos equivocando?

¿Por qué engordamos?

Teoría hormonal de la obesidad

Según este enfoque, la causa última de la obesidad es el desequilibrio hormonal causado por las pautas alimenticias y de hábitos de vida que llevamos hoy en día. Para explicar esta teoría debemos mira en detalle a los protagonistas fisiológicos de los procesos metabólicos, las hormonas:

La insulina te hará engordar, literalmente. Es la hormona anabólica por excelencia, y se encarga principalmente de permitir que los nutrientes pasen del torrente sanguíneo a las células de tu cuerpo. Para que tu cuerpo almacene grasa hace falta que la insulina permita que la glucosa entre en el tejido adiposo, donde se producirá la neolipogénesis para almacenarla en forma de grasa. Se ha observado que los individuos con obesidad tienen los niveles de insulina muy altos, debido a un fenómeno que llamamos “insulinorresistencia”

La insulinorresistencia es un estado en el cual los receptores de la insulina se insensibilizan, y los nutrientes no pueden pasar a las células con eficiencia. Ante esta situación el cuerpo responde generando cada vez mayores dosis de insulina, que a su vez generarán mayor resistencia a ella. Es un círculo vicioso que lleva a medio plazo a la obesidad, y a largo plazo a la diabetes. La insulinorresistencia nos lleva a un estado de hiperinsulinemia que da como resultado un desequilibrio hormonal hacia el anabolismo de manera totalmente descontrolada, inhibiendo a la hormona glucagón, encargada entre otras cosas de sacar los ácidos grasos del tejido adiposo y mandando almacenar al tejido adiposo toda esa glucosa que no puede entrar en la mayoría de tejidos debido a la insulinorresistencia.

¿Cómo lo solucionamos?

Con toda esta información podemos formular nuevas preguntas, ¿cómo controlamos los niveles de insulina? Y la respuesta está en la coherencia evolutiva. Como ya explicamos en otro artículo, el ser humano tiene un diseño acorde al entorno en el cual ha evolucionado durante millones de años, y en ese entorno conseguir alimentos era una tarea ardua. Estaban preparados para periodos de escasez alternados con periodos de abundancia. En este entorno nuestro organismo alternaba periodos como el verano, en el que podías encontrar arboles frutales y atiborrarte, con periodos de días o semanas de ayuno en épocas de escasez.

De manera acorde a este diseño evolutivo, la insulina está preparada para ser segregada en de manera cíclica. Debemos alternar periodos de ingesta con periodos de ayuno, facilitando así un mejor equilibrio insulina-glucagón. Se sabe además que el principal macronutriente que estimula la insulina son los hidratos de carbono, y en condiciones de hiperglucemia la proteína también la estimula hasta cierto punto, por lo que mantener una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos , junto con periodos de ayuno, parece ser la mejor estrategia para evitar la insulinorresistencia y el sobrepeso.

Bibliografía y para ampliar:

  1. Fung, Jason. El código de la obesidad. Málaga: Editorial Sirio, 2017.
  2. Taubes, Gary. Good Calories, Bad Calories: Fats, Carbs, and the Controversial Science of Diet and Health. Vintage Books, 2008.
  3. What I’ve Learned – Why we get fat and hungry (Biology of Weight Gain & Low-Carb). https://www.youtube.com/watch?v=KHaCKudtVi0.
  4. Dr. Benjamin Bikman – ‘Insulin vs. Glucagon: The relevance of dietary protein‘. https://www.youtube.com/watch?v=z3fO5aTD6JU.
  5. What I’ve Learned – The Story of Fat: Why we were Wrong about Healthhttps://www.youtube.com/watch?v=5S6-v37nOtY.
  6. Dejo por aquí una lista con nuestros post sobre salud.

Artículo escrito por Pablo Vázquez Arillo, Abril 2018.

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