La movilidad en el entrenamiento es en esencia la aplicación de fuerza en posiciones de máxima elongación muscular. No porque uses poca carga en comparación a otros ejercicios significa que no sea un entrenamiento exigente. Y si es duro, el descanso es igual de necesario que en cualquier otro ejercicio demandante.
Por ello, si al entrenar, la carga o la intención son de baja calidad, nada o poco va a cambiar. Por ejemplo, imagina que quieres tener más fuerza en tu sentadilla trasera (back squat). La lógica te dicta que estancaría pronto si trabajas siempre con la misma carga; así que paulatinamente aumentarías los kilos. Con la movilidad pasa lo mismo, tiene que desafiarte en alguna métrica, ya sea la profundidad, complejidad, lastre, etc., pero que te dirija a tu meta.
En conclusión, escoge una carga y/o progresión gestual que te permita hacer varias repeticiones con un esfuerzo moderado-alto de 2 a 3 veces a la semana. Si el estímulo ha sido lo suficientemente exigente, tu cuerpo necesitará al menos un día para asimilarlo. Si acabas fresco como una lechuga, probablemente se haya parecido más a los estiramientos clásicos, que son, para la mayoría, un estímulo insuficiente para producir adaptación. |