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Complejidad en la práctica
En esta primera entrada sobre la complejidad en el movimiento os quiero hablar sobre cómo influye el continuo simple-complejo en la funcionalidad de las capacidades físicas. Porque sí, tus hombros y caderas están diseñados para operar en un amplio espectro de grados y planos, pero no todos son igual de relevantes para interactuar con el mundo que te rodea. Por ejemplo, mejorar la flexo-extensión de codo te va beneficiar más en la mayoría de disciplinas que mejorar la pronación y la supinación, o mejorar la rotación externa de la cadera te va a reportar más transferencias a la mayoría de disciplinas que mejorar la rotación interna. Estos son algunos ejemplos de algo que podemos ver en casi todas las articulaciones, y es que, a pesar de que idealmente queremos ser capaces en todos los planos de trabajo, algunos son más relevantes que otros.
El marco con el que a mí me resuena visualizar las cosas es colocando todo lo simple en la base de la pirámide, de manera que los siguientes escalones sean cada vez más complejos.
Una vez visualizas la pirámide con los diferentes planos de trabajo de cada eje articular, se hace muy sencillo establecer un orden jerárquico que usaremos para priorizar los objetivos en nuestra práctica, y esto aplica tanto a tus objetivos de fuerza como a los de movilidad.
Si te interesa este tema te invito a escuchar el episodio que tenemos en el pódcast sobre la complejidad, donde expandimos esta idea y muchas más. |
