Hay una imagen que me acojona más que un press de hombro con agujetas en el trapecio.

Es la del tío que está en el andén.

Ve llegar el tren. Oye el ruido. Ve cómo se abren las puertas. Ve a la gente dentro, riendo, moviéndose, yendo a algún sitio.

Y el tío se queda quieto. Pensando.

“¿Será este mi tren?”

“¿Y si no me gusta el destino?”

“¿Y si me mareo?”

“Bah, seguro que luego pasa otro…”

Y mientras le da vueltas a la cabeza, las puertas se cierran con ese silbido cabrón y definitivo.

El tren empieza a moverse, lento al principio. Y por un instante, el tío ve su propio reflejo de gilipollas en la ventanilla, con el pelo despeinado por el viento que levanta el vagón al pasar.

El tren se va. Y él se queda ahí. En el mismo puto sitio.

Solo, en el andén de las dudas.

La moraleja de esta paja mental es bastante simple.

ESE TREN ES EL PUTO ‘ONLAIN COAXIN’. Y ESTÁ SALIENDO DEL ANDÓN AHORA MISMO.

Llevas días recibiendo mis emails. Has cotilleado la web. Te lo estás pensando.

Estás en el andén.

Y te quedan exactamente 18 horas para decidir si te subes o te quedas mirando.

A las 00:00 de esta noche, las puertas se cierran. Y no se abren en 3 meses. No es una táctica de marketing de mierda, es que los Pablos son así de estirados. Cierran el chiringuito para centrarse en los que estamos dentro.

No seas ese gilipollas en el andén.

No te quedes con la duda de qué coño habría pasado.

Mira, voy a hacer algo que probablemente me cueste una bronca. Pero como me la pela bastante todo, ahí va.

Sé que la pasta a veces es el empujón final. Así que si el problema son las dudas o el dinero, te lo voy a poner fácil de cojones.

Usa este código al apuntarte y tienes un 10% de descuento. Por mis cojones. Para que los Pablos sepan quién trae aquí a la peña con iniciativa.

CÓDIGO: FELIPETRAELACAÑA

Solo para ti, que estás en el puto andén dudando.

La decisión es tuya. O te subes ahora, o te pasas los próximos 3 meses viendo cómo el resto avanzamos.

[Súbete al último tren (y usa el puto código)]

Nos vemos dentro. O no.

Felipe.

P.D.: En serio. Medianoche. Luego no me vengas llorando en enero. El tren se habrá ido y tú seguirás en el mismo sitio. Tú verás.