La vaina es esta.

Se han cerrado las plazas del Online Coaching.

A cal y canto.

Caput.

Finito.

The End.

PERO.

Siempre hay un pero.

Los Pablos, que son más listos que el hambre, siempre dejan una semana de margen. Un pequeño portal interdimensional abierto por si acaso.

¿Por si acaso qué?, preguntas.

Por si hay alguien como tú, que deja la pizza en el horno hasta que el detector de humos empieza a cantar flamenco.

Que se empana y cuando ve que todo el mundo está dentro de la fiesta se da cuenta del error que ha cometido.

Tranquilo, no te sientas como un completo gilipollas.

Bueno, un poco sí, que es bueno para la humildad y te he estado dando la turra una semana.

Te lo digo, que sé de esto, porque a mí el karma me la acaba de devolver doblada. La semana pasada fui a comprar las entradas para un concierto (Electric Callboy, por si te pica la curiosidad) y, sorpresa: AGOTADAS.

Me jodí. Y me cagué en todo. ¿Por qué? Porque llevaba TRES PUTOS MESES pensando en comprarlas.

"Ya mañana", "la semana que viene", "aún queda"...

Pues ahora me quedo en casa escuchándolos por Spotify como un pringao.

Por gilipollas. Porque el dinero iba a salir de mi cuenta igual, joder. Ayer, que hoy.

Y sé perfectamente por qué has hecho lo mismo.

Te conozco. He sido tú.

"Uf, es que es mucha pasta".

"Es que no sé si esto del onlain coaxin es para mí".

"Es que el verano es muy mal trimestre para empezar, con las cañitas y el chiringuito".

"Es que mi perro se ha comido los deberes".

Blablablá.

Excusas. Y no te culpo. Las tuve todas. Y aquí sigo, dos años después, pringando como el que más.

Y es que vamos a ver...

El servicio es caro. Sí, joder, claro que es caro. No te voy a vender la moto.

Pero escúchame bien: es lo más puto barato que vas a pagar en tu vida.

Si no, ¿te crees que llevaría yo dos años aquí soltando la pasta cada trimestre como un yonqui? Es una inversión. En dejar de ser un puto Lego untado de Superglue y empezar a ser un superhéroe de saldo.

Te aseguro que lo que te llevas de aquí dentro no tiene precio.

El tiempo (AKA "El Verano"):

"Es que en verano quiero irme de vacaciones y tomarme una copichuela en el bar del camping".

Co-jo-nu-do. Yo también.

¿Pero vas a estar bebiendo copichuelas las 24 horas del día durante dos meses? ¿En serio?

Venga, no me jodas. Si tienes tiempo para jugar al dominó en la plaza del pueblo de tu suegra, DONDE LO MÁS EMOCIONANTE QUE PASA ES VER LA PINTURA SECAR, tienes tiempo para entrenar.

Además, seamos sinceros. El verano es la excusa perfecta. Porque después viene "la vuelta al cole", y luego "los polvorones de Navidad", y después "la cuesta de enero"... y cuando te quieres dar cuenta, estamos aquí otra vez, en un año, y tú sigues igual de oxidado.

El verano es precisamente la época en la que tienes tiempo para hacer LO QUE TE SALE DE LOS COJONES. Pues úsalo, coño.

Mi colega Patxi siempre lo decía: “Me levanto todos los días a las 7 para ir currar. ¡JODER! ¿No voy a ser capaz de hacerlo para ir a escalar, que es lo que me flipa?”.

Pues eso.

Mira, la puerta de la secta está entornada. Por poco tiempo.

No la han dejado abierta por ti, no te flipes.

La han dejado abierta porque saben que eres un puto desastre, igual que yo.

Así que deja de darle vueltas y perder el tiempo.

Tú sabes que te vas a apuntar. Y si no es ahora, será en tres meses, cuando te arrepientas de no haber empezado hoy.

Ahórranos el drama a los dos y métete ya, anda.

Enlace para pecadores arrepentidos

La decisión es tuya. Yo ya estoy dentro. Mi filete ya está en la parrilla.

O te unes a la barbacoa, o te quedas mirando desde la valla.

Felipe.

P.D.: Hay que joderse. Has llegado hasta el final.

Y mira que el email era más largo que la charla de seguridad de Ryanair.

Para lo perro que eres tiene mérito.

Mira, ¿sabes qué? Te has ganado un premio. Por aguantarme la chapa.

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Así dejas de llorar por la pasta y te guardas las lágrimas para las agujetas. Créeme, las vas a necesitar.